La Catedral de Palma, o Basílica de Santa María de Mallorca, también conocida como «La Seu» es un hito notable y emblemático de Palma de Mallorca, que destaca con orgullo desde hace siglos en el centro histórico de la ciudad. Es una visita obligatoria para los que decidan pasar sus vacaciones en la isla. En este post comprenderéis por qué es un edificio tan fascinante.
Historia de la Catedral de Palma
Los orígenes de la Catedral de Palma se remontan al siglo XIII. Es el resultado de una promesa hecha por el rey Jaime I a Santa María. Le rezó para que le salvara de un naufragio en el mar. Como podemos ver hoy, sus plegarias fueron atendidas.
Tras la conquista de la isla por parte de la Corona de Aragón, se inició la construcción de la Catedral, en el mismo lugar en el que se encontraba la principal mezquita árabe, que se encontraba allí en la época de los moros en las Islas Baleares.
Aunque la primera piedra se puso en 1229, la Seu no se terminó hasta 400 años después.
La obra de arte de Miquel Barceló
Miquel Barceló es sin duda uno de los artistas contemporáneos más representativos e importantes del mundo. En la catedral de Mallorca se puede ver una de las obras más atrevidas y originales realizadas hasta ahora, en un edificio religioso.
La capilla de San Pedro, situada en el ábside derecho de la cabecera del templo gótico, fue el lugar elegido por Barceló.
En esta capilla de estilo gótico, tenemos un mural, elaborado entre 2001 y 2006. Este mural, con influencias tanto africanas como mediterráneas, te sorprenderá por su moderna y atrevida interpretación del milagro de los panes y los peces utilizando unos 300 metros cuadrados de cerámica policromada.
Un trabajo colosal que Barceló desarrolló en Vietrisul Mare (Nápoles) en colaboración con el ceramista Vincenzo Santoriello. El artista también realizó el altar, el púlpito, la silla del presidente y los dos bancos de piedra.
En el fondo de la capilla hay cinco vidrieras de 12 metros, pintadas con varios tonos de gris para recrear la luz submarina.
El impacto visual del estilo de esta capilla con el resto de la Catedral es realmente sorprendente y, sin duda, merece una visita.
Visita a las Terrazas de la Catedral
Lo que mucha gente no sabe, incluso entre los locales, es que existe la posibilidad de visitar las terrazas de la catedral. Contemplar Palma de Mallorca, y la propia Catedral, desde sus azoteas es un espectáculo que realmente merece la pena ver.
Las terrazas sólo están abiertas al público en el intervalo que va de principios de mayo a finales de octubre, pero coincide con la mejor época de la isla para admirar cualquier vista.
Además, para visitar las terrazas hay que subir una serie de escaleras y tramos de difícil acceso. Por este motivo, no es una visita adecuada para personas con movilidad reducida o que sufran enfermedades cardiorrespiratorias, ni para niños menores de 12 años.
Recuerda que para acceder a las terrazas debes reservar la visita con antelación por internet. En la web oficial de la Catedral de Mallorca hay un espacio donde puedes reservar las entradas. El precio de cada entrada es de 20€, que realmente merece la pena.
Tras subir los 215 escalones, podrás disfrutar de una de las vistas de la ciudad más impresionantes, una panorámica de 360º que no te dejará indiferente.
Pero durante la hora que dura la visita, no sólo disfrutaremos de la vista de Palma de Mallorca, sino también de la arquitectura de la Catedral desde una perspectiva única.
Podrás pasear entre los espectaculares contrafuertes de arcos dobles que sostienen con elegancia los muros del edificio. También podrás admirar el campanario y, de cerca, una de las maravillas del gótico español: el Rosetón, el punto culminante de la Catedral.
La visita termina con una sorpresa final: tras el recorrido por las terrazas (y sin coste adicional) se puede disfrutar del interior de la Catedral.
El Espectáculo del Ocho
El 2 de febrero y el 11 de noviembre de cada año tiene lugar en la Catedral de Palma un increíble espectáculo de luces, conocido como el Espectáculo del Ocho, conocido en catalán como «espectacle del vuit».
Este fenómeno se produce en el interior, si hace sol (y en Mallorca casi siempre lo hace), cuando el reflejo del rosetón principal se proyecta justo debajo del rosetón de la fachada principal de la Catedral, formando la figura de un ocho.
La Catedral abre sus puertas a las 08:00 horas a todos los que deseen verla, lo que suele ocurrir en torno a las 08:30 horas. Según la costumbre habitual, a las 09:00 horas tiene lugar la misa del convento en la capilla del Santísimo Sacramento.
Es un fenómeno óptico que pudiera parecer mágico o fruto de la casualidad, pero nada más lejos de la realidad, ya que el secreto reside en sus precisos cálculos matemáticos arquitectónicos.
La Catedral de Palma está orientada al Oeste para respetar la salida del sol en el solsticio de invierno, de forma que la luz del sol incide en el rosetón principal durante la salida del sol, proyectando los colores bajo el otro rosetón de enfrente.
El resultado es que el sol ilumina el vitral y despliega un magnífico espectáculo de colores. Durante unos segundos, los 1.236 cristales del rosetón principal proyectan su luz y color sobre la fachada opuesta ofreciendo un espectáculo de luz único.
Sin duda, este espectáculo se convierte en la excusa perfecta para visitar Mallorca en otoño e invierno.
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