Ubicado al norte de la isla, Pollensa, o Pollença en catalan, es uno de los pueblos más encantadores de Mallorca. Este pintoresco lugar goza de una ubicación privilegiada que lo convierte en un destino perfecto para unas vacaciones en Baleares. A pocos kilómetros, encontrarás su propio puerto, Port de Pollença, y algunas de las playas más destacadas de la región. Pero Pollensa no solo es famoso por las playas de la zona; también ofrece impresionantes vistas y rutas de senderismo en las majestuosas montañas de la Sierra de Tramuntana, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
El paisaje mediterráneo de Pollensa se enriquece con sus angostas callejuelas, casas de piedra, y plazas repletas de cafeterías, bares y restaurantes. Cada rincón del pueblo cuenta una historia, reflejando su rica herencia histórica. Aunque es un destino popular entre los turistas, Pollensa mantiene un ambiente tranquilo y auténtico, muy alejado del bullicio de los típicos resorts de turismo de masas.
Historia de Pollensa
Antes de la fundación de Pollensa, esta zona ya estaba llena de historia. Hace más de 3000 años, durante la época pretalayótica, se construyeron unos edificios llamados naviformes, cuyos restos aún se pueden ver hoy en día. Además, hay una necrópolis de cuevas en Cala Sant Vicenç – Cuevas del Alzinaret, donde descansan los restos de sus antiguos habitantes.
Posteriormente, llegaron los romanos, fundando la ciudad de Pollentia en el año 123… en Alcudia. Sí, no en Pollensa. Aún se pueden visitar los restos de esta ciudad romana, y es una excursión que vale la pena.
Con la conquista árabe, la región pasó a llamarse Bullansa, que es como decir Pollentia en árabe. Pero la verdadera fundación de Pollensa ocurrió tras la conquista cristiana en 1229, cuando el rey Jaume I repartió las tierras entre templarios, obispos y otros nobles. Bajo el dominio de los templarios, la ciudad prosperó y se construyó una iglesia en la plaza principal, Nostra Senyora dels Àngels.
La influencia cristiana y catalana se puede ver claramente en el centro histórico de Pollença, especialmente en sus edificios religiosos. No fue hasta el siglo XIV que los templarios dejaron la isla definitivamente. Tras ellos, llegaron los jesuitas, quienes construyeron la iglesia de Monti-Sion en el siglo XVIII.
Pero no todo fue paz y tranquilidad. Durante los siglos XV y XVI, los piratas solían atacar esta parte de Mallorca. El ataque más famoso fue el de los moros en 1550. El héroe local, Joan Mas, lideró a un pequeño grupo de valientes ciudadanos que, armados solo con palos, derrotaron a los invasores. Este valiente acto se conmemora cada 2 de agosto con una recreación de la batalla. Los habitantes se disfrazan de cristianos y moros, celebrando la fiesta de Mare de Déu dels Àngels.
Cosas que ver y hacer en Pollensa
Pollença es un destino repleto de experiencias que no puedes perderte si quieres sentir el auténtico encanto de este pueblo mediterráneo. A continuación, te presentamos los lugares más destacados que debes visitar durante tu estancia en Pollensa.
Plaza Mayor
Si paseas por la calle Antoni Maura, en cuestión de minutos te toparás con el corazón palpitante de Pollensa: la Plaza Mayor.
Esta plaza, construida entre 1854 y 1857, no solo es un centro de actividad, sino también un verdadero espectáculo para los sentidos. ¿Por qué? Porque cada domingo se transforma en un animado mercadillo que desborda de productos locales. Frutas, verduras, pescados frescos, prendas de vestir y, cómo no, esos souvenirs irresistibles que siempre nos llaman la atención.
Es en la Plaza Mayor donde se encuentra la imponente Iglesia Parroquial de la Virgen de los Ángeles, patrona de Pollensa. Este templo, fundado en 1236 y reconstruido entre 1714 y 1790, conserva de su estructura original los primeros tramos del campanario. En su interior, un retablo barroco dedicado a la Virgen de los Ángeles y los catorce cuadros que representan el Vía Crucis te invitan a un momento espiritual.
¿Te apetece tomarte un respiro? No te preocupes, las terrazas de la plaza siempre están a tu disposición, ofreciendo el lugar perfecto para relajarte con un café o una caña bien fría. Entre los lugares para comer, destaca especialmente Mon Restaurant, conocido por sus elaboradas tapas. Así que si eres un amante de la buena mesa, en esta plaza encontrarás justo lo que buscas.
Desde su construcción, la Plaza Mayor se ha convertido en el centro social de Pollensa. Además del mercado dominical, la plaza acoge diversas festividades tradicionales. Por ejemplo, el 20 de enero, día de San Sebastián, se celebra la danza de Els Cavallets, donde dos figuras de caballos y un centurión romano realizan una danza tradicional.
El 2 de agosto, durante las Fiestas de la Patrona, puedes disfrutar del baile de Els Cossiers, una antigua danza medieval que simboliza la lucha entre el bien y el mal, aunque en Pollensa no aparece la figura del demonio como en otras localidades.
Claustro de Santo Domingo
El Convento de Santo Domingo, construido entre los siglos XVI y XVII por los dominicos, es una parada obligatoria en Pollensa.
Este majestuoso edificio no solo es un tesoro arquitectónico, sino también un vibrante centro cultural que alberga el famoso Festival de Música de Pollensa desde 1962. Este festival es uno de los más importantes del mundo y se celebra en el impresionante claustro barroco del convento, conocido por su excelente acústica.
La iglesia del convento es de planta basilical y cuenta con 10 capillas laterales adornadas con hermosos retablos de la época. El retablo principal, dedicado a la Virgen del Rosario, es una obra maestra del escultor mallorquín Joan Antoni Oms, realizado entre 1651 y 1662. Esta imagen de la Virgen data del siglo XV y proviene del Oratorio del Roser Vell, añadiendo un toque histórico y espiritual al lugar.
Además, el convento alberga el Museo de Pollença, donde podrás admirar una variada colección de pinturas, piezas arqueológicas y un mandala budista. Este espacio cultural ha tenido múltiples usos a lo largo de los años, desde hospicio-residencia hasta cuartel de la Guardia Civil, escuela y biblioteca, lo que refleja su importancia en la comunidad local.
Si visitas Pollensa en primavera, no te pierdas la Feria del Vino de Pollensa, organizada por la Associació Vi Primitiu de Pollensa. Este evento, celebrado en el convento, atrae a locales y aficionados, ofreciendo la oportunidad de degustar vinos de docenas de viñedos por una pequeña entrada. Es una ocasión perfecta para disfrutar de los sabores locales en un entorno histórico inigualable.
Así que, si buscas una experiencia cultural rica y diversa, el Convento de Santo Domingo te espera con los brazos abiertos y una historia fascinante que contar.
Jardines Joan March y Torre Desbrull
La Torre Desbrull, situada en los jardines Joan March, es una joya gótica del siglo XIV que perteneció a la influyente familia Desbrull.
Este monumento histórico destaca por su ventana medieval y un cañón del siglo XVI, que procede de la antigua atalaya en la Punta dels Ferrers. La torre es una muestra viva del patrimonio arquitectónico de Pollensa y ofrece una mirada al pasado medieval de la región.
Los jardines Joan March, ubicados al lado del claustro de Santo Domingo, fueron donados por la familia March, una de las más conocidas de la isla. Convertidos en parque público y jardín botánico a finales de los años 80, estos jardines ofrecen un entorno tranquilo y lleno de historia, ideal para una visita cultural en Pollensa. Aquí encontrarás una rica vegetación autóctona, con acebuches, tejos, naranjos, algarrobos, palmitos y cipreses, proporcionando sombra y frescura durante tu paseo.
En el mismo recinto, encontrarás la estatua de Joan Mas, héroe local que defendió Pollensa de un ataque pirata en 1550.
Así que, si buscas un lugar donde historia y naturaleza se entrelacen, los Jardines Joan March y la Torre Desbrull son un rincón mágico que no te puedes perder en tu visita a Pollensa.
El Calvario
Si visitas Pollensa, no puedes dejar pasar la oportunidad de subir los famosos 365 escalones del Calvario. ¿Te suena a «tortura»? Bueno, no te preocupes, el esfuerzo vale cada gota de sudor.
Este icónico sitio te desafía a subir sus 365 escalones, uno por cada día del año. La recompensa: una panorámica espectacular de Pollença y la majestuosa Serra de Tramontana.
Durante el ascenso, estarás acompañado por cipreses centenarios y las 14 cruces de tres metros de altura que flanquean el camino, recordando el calvario que, según la tradición cristiana, sufrió Jesucristo. Además, encontrarás pequeñas tiendas de souvenirs que añaden un toque pintoresco al recorrido.
Una vez llegues a la cima, te encontrarás con una encantadora iglesia del siglo XVIII, que fue profundamente restaurada en los años sesenta. Además de disfrutar de la tranquilidad del lugar, podrás maravillarte con las esculturas de Jesucristo y la Virgen María que, según la leyenda, fueron descubiertas por unos pescadores en Cala de San Vicente. Un pequeño detalle que añade un toque místico a la visita.
Plaza de la Almoina
La Plaza de la Almoina en Pollensa no solo ha sido testigo de importantes eventos históricos, sino que también alberga uno de los símbolos más destacados de la ciudad: el gallo de su escudo.
Antaño, esta plaza era el corazón de la comunidad, donde se almacenaba y distribuía trigo y dinero a los más necesitados. Sin embargo, el evento más recordado ocurrió durante una noche de 1550, cuando los valientes habitantes de Pollensa defendieron su pueblo contra los corsarios otomanos liderados por Dragut. Aunque en clara inferioridad numérica, liderados por Joan Mas, lograron expulsar a los invasores en una hazaña épica.
Hoy en día, esta historia se conmemora cada 2 de agosto con el famoso Simulacro de Lucha entre Moros y Cristianos, un espectáculo que revive aquel heroico episodio, coincidiendo con las fiestas de la patrona de Pollença, la Virgen de los Ángeles.
Así, la Plaza de la Almoina no es solo un lugar para visitar, sino un rincón para recordar la valentía y revivir la historia de Pollensa.
Puente Romano
El Pont Romà, con sus dos arcos desiguales y espolones triangulares, cruza el Torrente de Sant Jordi y su origen es un auténtico enigma.
Algunos dicen que fue un acueducto romano, otros que es medieval. Aunque Pollensa no se fundó como ciudad hasta el siglo XIII, este puente es vital para los locales y una joya histórica que no puedes dejar de ver.
Además de su importancia funcional, el puente es un lugar pintoresco perfecto para una foto y un paseo tranquilo. Así que, ¿por qué no cruzarlo y dejar volar tu imaginación sobre su misterioso pasado?
Oratorio de Sant Jordi
Construido en el siglo XVI, el Oratorio de Sant Jordi se erige en el lugar donde los valientes milicianos de Pollensa se reunían para defender la costa de los piratas.
Este oratorio, dedicado a Sant Jordi, patrón de soldados y caballeros, no es solo un monumento religioso, sino un símbolo de la resistencia y el coraje de los pollensines.
Hoy en día, con su impresionante retablo barroco y su rica historia, el Oratorio de Sant Jordi es un rincón imprescindible para conocer la herencia y el espíritu de Pollensa. ¡No te lo pierdas!
Plaça Vella y Can Llobera
En pleno corazón de Pollensa, justo al lado de la imponente Iglesia de la Mare de Déu dels Àngels, se encuentra la histórica Plaza Vieja.
Este rincón, con su esencia medieval, fue el epicentro de la vida local hasta mediados del siglo XIX. Aquí se celebra cada 17 de enero el famoso Pi de Sant Antoni, donde los más valientes intentan escalar un pino enjabonado, en una tradición que llena la plaza de risas y adrenalina.
A pocos pasos, destaca la majestuosa casa señorial de Ca’n Llobera. Construida en el siglo XVI, hoy alberga la biblioteca municipal. Este edificio ha sido testigo de la historia, con su impresionante escalera imperial que te hace sentir parte de una novela histórica.
Senderismo en Pollensa
Pollensa es el paraíso para los amantes del senderismo. La cercanía de las montañas de la Tramuntana ofrece una infinidad de rutas para explorar, todas con vistas espectaculares. Pero no te preocupes si las subidas empinadas no son lo tuyo; hay dos excursiones que no puedes perderte y son perfectas para todos los niveles.
Puig de Maria
Una de las mayores recompensas al visitar el Puig de Maria son las vistas panorámicas de las bahías de Pollensa y Alcudia, la Sierra de Tramuntana y la Albufera de Pollença.
Además, el lugar tiene un encanto especial al estar impregnado de leyendas locales, como la aparición de una talla de la Virgen María.
En la cima del Puig de Maria se encuentra un santuario, situado a 330 metros sobre el nivel del mar, que ofrece no solo vistas impresionantes, sino también una rica historia que te transportará al siglo XIV. El santuario en el Puig de Maria fue construido en 1348 como una súplica a la Virgen María para proteger a los habitantes de la peste negra.
La capilla inicial se terminó en 1355, y poco después, en 1362, se estableció una comunidad de monjas. Durante el siglo XV, el monasterio alcanzó su apogeo, convirtiéndose en el destino preferido de familias nobles que llevaban allí a sus hijas.
Hoy en día, el monasterio alberga un servicio de hospedería con 12 celdas disponibles para los visitantes.
Formentor y el Mirador de Es Colomer
Si visitas Pollensa, hay un lugar que no te puedes perder: el Mirador de Es Colomer. Ubicado en la península de Formentor, este mirador se alza a más de 200 metros sobre el nivel del mar, ofreciendo unas vistas espectaculares de la Sierra de Tramuntana y del vasto Mediterráneo.
Al llegar, serás recibido por un monumento dedicado a Antonio Parietti Coll, el ingeniero visionario responsable de la sinuosa carretera que te lleva a este rincón mágico. El Mirador de Es Colomer es famoso, sobre todo, por sus impresionantes atardeceres que dejan sin aliento a cualquiera.
Desde el mirador, podrás contemplar el islote de Colomer, un ícono de la salvaje costa de la Sierra de Tramuntana.
Si te apasiona el senderismo, estás de suerte. Desde el mirador parten rutas que te llevarán hasta la histórica atalaya de Albercuix, una antigua torre de vigilancia que ofrece otra impresionante perspectiva del paisaje mallorquín.
El Mirador de Es Colomer no es solo un punto panorámico; es una experiencia visual y emocional que te conectará profundamente con la naturaleza de Mallorca.
Ciclismo en Pollensa
¡Atención, amantes del ciclismo! Si las dos ruedas son tu pasión, Pollensa te tiene preparada una grata sorpresa. Este rincón de Mallorca es un auténtico paraíso para ciclistas, repleto de rutas que se adaptan a todos los niveles de habilidad.
Desde principiantes hasta los más experimentados, aquí cada pedalada se convierte en una aventura. Las rutas no solo se distinguen por su variedad y excelentes condiciones, sino también por las vistas impresionantes que ofrecen. Te advertimos: más de una vez te quedarás sin aliento, ¡y no solo por el esfuerzo!
Y si te apetece ya planear la primera escapada, te invitamos a comprobar nuestro post sobre las mejores rutas en la zona de Pollença.
Playas en la zona de Pollensa
Pollença no solo es conocida por su encanto histórico, sino también por sus impresionantes playas, cada una con su propio atractivo y carácter. Desde extensas arenas doradas hasta recónditas calas de rocas, Pollensa ofrece un sinfín de opciones para los amantes del sol y el mar. A continuación, te llevamos a conocer algunas de las mejores playas de la zona para disfrutar de arenas cálidas, aguas cristalinas y un ambiente mediterráneo perfecto.
Playa de Puerto de Pollensa
Imagina una playa con arena blanca y fina, un mar cálido y tranquilo, y numerosos chiringuitos donde disfrutar de una bebida bien fría. Esa es la Playa de Puerto de Pollensa, perfecta para pasar el día relajándote, nadando y tomando el sol.
Playa de Formentor
Conocida también como Cala Pi, es un rincón exclusivo y, posiblemente, el más bello de la isla. Este kilómetro de arena blanca y aguas turquesas, rodeado de pinos en la península de Formentor, es un lugar de auténtico ensueño.
Cala Sant Vicenç
Un pequeño resort escondido en las montañas a pocos kilómetros de Pollensa, compuesto por cuatro calas únicas:
- Cala Barques: La más amplia y perfecta para nadar.
- Cala Clara: Pequeña y serena, ideal para relajarse.
- Cala Molins: Familiar y acogedora.
- Cala Carbó: La más inaccesible, pero su belleza compensa el esfuerzo.
Cala Bóquer
Si buscas una experiencia más aventurera, Cala Bóquer es tu destino. Situada al final del Valle de Bóquer, esta playa de guijarros ofrece vistas espectaculares de la costa y el mar. El sendero hasta la cala es una excursión perfecta para disfrutar en familia.
Restaurantes en Pollensa
Pollensa es un destino que no solo te enamorará por su belleza natural, sino también por su rica oferta gastronómica. Sobre todo si eres amante de la buena comida y, en particular, de las tapas elaboradas al estilo mediterráneo, estás en el lugar perfecto.
Disfruta de una experiencia culinaria excepcional, donde podrás deleitarte con una amplia variedad de sabrosas tapas mediterráneas, elaboradas con productos de proximidad de primera calidad, en un ambiente acogedor y desenfadado en el corazón de Pollença.
En el pleno corazón de Pollensa, a pocos metros de la Plaza Mayor, se encuentra Mon Restaurant, un lugar que ofrece deliciosos platos mediterráneos y tapas elaboradas con los productos frescos locales.
Así que, ya sabes, haz una pausa en tus excursiones y date un festín de tapas mediterráneas. ¡Buen provecho!
¿Dónde alojarse en Pollensa?
Pollensa, ese rincón encantador de Mallorca, no sólo seduce con sus paisajes de ensueño y su ambiente relajado, sino también con una variedad de alojamientos que se adaptan a todos los gustos y presupuestos. Vamos a echar un vistazo a las mejores opciones.
Hoteles con encanto
Si lo tuyo es el lujo y la comodidad, Pollensa cuenta con una selección de hoteles boutique que te harán sentir como en casa, pero con ese toque especial que sólo unas vacaciones pueden ofrecer. Nuestra recomendación especial es un hotel de cuatro estrellas, con una preciosa azotea y encantadoras habitaciones localizado en el pleno corazón de Pollensa: el Mon Boutique Hotel.
El Mon Boutique Hotel promete una visita inolvidable a Pollensa, gracias a su estilo, confort y excepcional servicio.
Villas y casas
Para aquellos que prefieren una experiencia más auténtica y cercana a la naturaleza, las villas y casas en Pollensa se convierten en la elección perfecta. Con todas las comodidades del hogar y la libertad de un espacio propio, podrás disfrutar de unas vacaciones a tu medida. Cocina tus propias comidas, organiza barbacoas en la terraza o simplemente relájate en tu propia piscina.
Sealand Villas crea experiencias únicas que combinan lujo, comodidad y la auténtica belleza de Mallorca. Reservar con Sealand Villas es una invitación a disfrutar de unas vacaciones de ensueño.
Nuestra recomendación para un alquiler vacacional seguro en Pollensa es confiar en Sealand Villas, una empresa con casi 30 años de experiencia que ofrece preciosas villas en los lugares más bonitos de la zona.
Resumen
Pollensa, un pintoresco pueblo en el norte de Mallorca, es el destino perfecto para disfrutar de unas vacaciones tranquilas, lejos de los grandes resorts. Aquí, el ambiente sereno de un pueblo mediterráneo se mezcla con las fragancias de los pinos y el mar, días soleados, playas deslumbrantes y las majestuosas montañas de la Sierra de Tramuntana, creando una experiencia para todos los sentidos. Es un lugar ideal para quienes buscan un equilibrio entre naturaleza, historia, cultura, diversión y deliciosos sabores. Si aún no has visitado Pollença, créenos, ¡tienes que cambiar eso!
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